De las Posadas a la Estrella

de Belén y Los Reyes Magos

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Por ELVIA ANDRADE BARAJAS

El 16 de diciembre de cada año inician las posadas, nueve noches que evocan el peregrinar de José y María en busca de refugio, para el nacimiento de El Salvador. Las letanías, las velas encendidas, el ponche humeante y la piñata que se rompe como símbolo de vencer el mal y el encendido paulatino de la Corona de Adviento en cuatro domingos, previos a la Navidad, que anuncian el fin de un ciclo y el inicio de un año nuevo.


La piñata, con sus siete picos, recuerda los pecados capitales. Al romperla, se reafirma la victoria de la fe sobre la tentación, y los dulces que caen son bendiciones compartidas.


El ponche tradicional, preparado con caña, tejocote, guayaba, manzana y canela, es el abrazo cálido que reconforta en las noches frías de diciembre, un puente entre lo sagrado y lo cotidiano.


El encendido de las velas de la Corona de Adviento, tres moradas, una rosa y una blanca, preparan a los católicos a la reflexión y la preparación espiritual para recibir el nacimiento del Niño Jesús, Salvador del Mundo.


Estas celebraciones nos conducen al misterio más grande de la fe cristiana: el Nacimiento de Jesús.


La noche del 24 de diciembre, la Nochebuena, se convierte en el umbral solemne donde la humanidad celebra que ha nacido el Salvador.


En cada hogar, templo y plaza, se recuerda que en un humilde pesebre de Belén nació el Niño Jesús, luz que ilumina la esperanza de los pueblos.

La Nochebuena es mucho más que una cena familiar: es un acto ceremonial que une lo espiritual con lo cotidiano. Entre los rituales más significativos se encuentran:

 

  • Encender velas rojas y blancas: las rojas para atraer amor, vitalidad y abundancia; las blancas para invocar paz y pureza.
  • Colocar el Niño Jesús en el pesebre: acto solemne que simboliza la llegada de la luz divina al mundo.
  • Rezar en familia antes de la cena: agradeciendo por la vida, la unión y la esperanza.
  • Ofrecer deseos navideños: cada miembro pide en voz alta prosperidad, salud y amor para el año que inicia.
  • Campanas y música: los cantos navideños y las campanas anuncian la alegría del nacimiento.

La Navidad, celebrada en más de 160 países, es la conmemoración universal de que Dios se hizo hombre para traer paz y salvación.

 

El ciclo festivo continúa con el Año Nuevo, cargado de rituales y deseos: ropa amarilla para prosperidad, ropa roja para amor, las doce uvas para los meses del año, las maletas para viajes, las lentejas para abundancia y las monedas en los zapatos para prosperidad.

 

El 6 de enero llega la Epifanía del Señor, el Día de Reyes, con la visita de los Magos de Oriente al Niño Jesús.

 

La Rosca de Reyes une a las familias y quien encuentra al Niño se convierte en guardián de la esperanza hasta la Candelaria.

 

Renovación cósmica en 2026

 

El 2026 no solo será un año de tradiciones, sino también de renovación mundial por los tránsitos planetarios:

 

Saturno saldrá de Piscis y entrará en Aries el 26 de enero de 2026, acompañado de Neptuno, en una conjunción histórica en el grado cero del zodiaco.

 

Este tránsito invita a derribar muros de egoísmo y a iniciar un ciclo de acción más humana y solidaria.


Urano en Géminis acelerará la innovación y la comunicación.


Plutón en Acuario impulsará transformaciones sociales y tecnológicas.


Júpiter en Cáncer y Leo alternará entre el cuidado de las raíces y la autoexpresión.


Será un año de rupturas, nuevos comienzos y liderazgo colectivo, donde la tradición espiritual se une con la renovación cósmica.

 

 En conclusión: desde el Día de Santa María Guadalupe,  las posadas hasta el Día de Reyes, México recorre un camino de fe y esperanza, mientras el mundo entero se prepara para un 2026 marcado por la acción de Marte y la conjunción histórica de Saturno y Neptuno en Aries.


La Nochebuena, con sus rituales y el nacimiento del Niño Jesús, se convierte en el corazón de esta celebración, recordándonos que la verdadera abundancia está en compartir la fe, el amor y la luz que renueva a la humanidad.

 

Desde las peregrinaciones a Santa María Guadalupe, las posadas hasta el Día de Reyes, México recorre un camino de fe y esperanza. La piñata que se rompe, el ponche que reconforta y el pesebre que se ilumina en Nochebuena nos recuerdan que ha nacido el Salvador.

 


Los rituales de Año Nuevo —las uvas, las velas rojas y blancas, la ropa amarilla y roja, las lentejas y las monedas— invocan prosperidad, amor y abundancia.


El Día de Reyes nos une en la Rosca y nos prepara para la Candelaria.

 

Y el 2026 llega con una conjunción histórica de Saturno y Neptuno en Aries, un tránsito que derriba el egoísmo y abre paso a la solidaridad y la renovación mundial.

 

La tradición espiritual se une con la renovación cósmica. Este fin de año no solo celebramos el nacimiento del Niño Jesús, también iniciamos un ciclo de luz, abundancia y transformación universal.

 

En 2026, los tránsitos planetarios —especialmente la conjunción de Saturno y Neptuno en Aries, junto con Plutón en Acuario y Urano en Géminis— favorecerán a países con capacidad de innovación, liderazgo y apertura social, como Estados Unidos, naciones europeas con fuerte tradición tecnológica (Alemania, Francia, Reino Unido) y regiones emergentes con impulso juvenil como Sudamérica.

 

Para México, el Mundial de la FIFA 2026 será una oportunidad histórica: como anfitrión, se espera que supere la fase de grupos y llegue a octavos o incluso cuartos de final, con pronósticos que lo colocan enfrentando a potencias como Inglaterra o Francia

 

Bajo el liderazgo de una presidenta de signo Cáncer, México podría vivir un periodo de protección, cuidado de las raíces y enfoque en la comunidad, ya que Cáncer es un signo maternal y protector, lo que se alinea con la energía de Júpiter en Cáncer durante el primer semestre de 2026.

 

 

 Países beneficiados por
los tránsitos planetarios

  • Estados Unidos: Urano en Géminis impacta directamente su carta nacional, trayendo innovación tecnológica y redefinición de identidad.
  • Europa Occidental (Alemania, Francia, Reino Unido): Plutón en Acuario impulsa transformaciones sociales y tecnológicas, favoreciendo a países con estructuras sólidas.
  • Sudamérica (Argentina, Brasil, Chile): La energía de Marte y Aries favorece liderazgos emergentes y movimientos sociales con fuerza renovadora.
  • México: Júpiter en Cáncer durante el primer semestre fortalece las tradiciones, la identidad cultural y el sentido de pertenencia.

⚽ México en el Mundial FIFA 2026

  • México debutará el 11 de junio de 2026 contra Sudáfrica en el Estadio Azteca.
  • Su grupo incluye a Sudáfrica, Corea del Sur y un europeo del repechaje (Dinamarca, Irlanda, Macedonia del Norte o República Checa).
  • Pronósticos de IA y expertos señalan que México clasificará como líder de grupo y avanzará a octavos.
  • Algunos análisis sugieren que podría llegar a cuartos de final, enfrentando a selecciones como Inglaterra o Francia.
  • Incluso figuras como Novak Djokovic han pronosticado una final soñada entre México y Portugal, aunque con Portugal campeón.

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